Sin embargo, la relevancia de este sector no solo recae en la alta inversión y producción que genera, sino también en sus múltiples encadenamientos con otros sectores. El IPE estima que, por cada empleo directo en el sector minero, se generan ocho empleos indirectos en otros sectores. Al 2023, la minería en Cajamarca representa el 3% de su PBI y genera casi 16 mil empleos directos y 128 mil indirectos. ¿Cómo ha evolucionado el sector minero en Cajamarca y qué retos le esperan a futuro?
Producción en declive
La producción minera en Cajamarca ha ido en declive en los últimos años. Por ejemplo, la región pasó de extraer un máximo de 44 mil toneladas de cobre en el 2010 a solo 28 mil en el 2022. Además, la producción de oro y plata se ha reducido de más 100 toneladas en el 2005 a cerca de 20 toneladas en el 2022.
Hacia este año, entre enero y julio la producción de cobre en la región alcanzó 16,874 toneladas, 4% más que en el 2022, pero 12% menos que en el 2019. En contraste, la producción de oro ascendió a 10.7 toneladas, lo que supone una caída de 7% respecto del 2022 y de 44% respecto del 2019. Asimismo, la extracción de plata alcanzó 11.1 toneladas en los primeros siete meses del 2023, lo que representa una caída de 27% respecto del 2022 y de 40% respecto del 2019.
Costosos retrasos
La menor producción minera en Cajamarca responde al agotamiento de reservas y a la falta del desarrollo de nuevos proyectos mineros en la región. Actualmente, los tres proyectos mineros en cartera más grandes de la región se encuentran con retrasos y sin fecha definida por la inestabilidad política y económica, así como por la existencia de trabas burocráticas.
Conga, El Galeno y Michiquillay suman US$ 10,800 millones de inversión que, de haberse concretado, podrían haber generado 103 mil empleos directos e indirectos entre el 2008 y 2022, según estimaciones del IPE. Asimismo, de haberse puesto en marcha estos proyectos, el crecimiento anual promedio de la región durante estos años podría haber aumentado de 2.6% a 8.7%. En términos monetarios, esta pérdida acumulada asciende a S/ 373 mil millones.
Como consecuencia de estos retrasos, Cajamarca dejó de recaudar S/ 42,766 millones entre el 2008 y 2022. Este monto es 9 veces mayor que el costo de los cuatro proyectos de inversión pública más grandes de la región: la mejora de la autopista Ciudad de Dios-Tembladera (S/ 1,791 millones), rehabilitación de la carretera Chongoyape-Cochabamba-Cajamarca (S/ 1,722 millones), instalación de banda ancha regional (S/ 1,048 millones) y protección de las zonas críticas del río La Leche (S/ 1,002 millones).
Cajamarca debe aprovechar su potencial minero para continuar con el desarrollo económico de la región. Por su alto impacto en la recaudación, empleo y encadenamientos con otros sectores, el Estado debe generar las condiciones adecuadas para impulsar la ejecución de nuevos proyectos mineros.